INTRODUCCIÓN





Los niños y niñas que acuden al colegio cada día, tienen que hacerlo no solo para aprender conocimientos intelectuales, sino también para aprender normas de comportamiento y conducta, y adquirir valores que les lleven a ser mejores personas y así convertirse en buenos ciudadanos. Valores como el compañerismo, la solidaridad, la humildad o el respeto hacia los demás (ya sea hacia profesores o compañeros), deben de ser adquiridos bajo el abrigo de la comunidad escolar.

Si se hace hincapié en el aprendizaje y puesta en práctica de estos valores positivos, estaremos ganando terreno a uno de los problemas más graves que podemos encontrarnos hoy día en los centros educativos, el acoso escolar.

“Algunos signos indirectos indican que el acoso en las escuelas adquiere formas más graves y tiene mayor relevancia hoy que hace 10 o 15 años” (Dan Olweus, 1993, p. 34).

Uno de los objetivos de este texto es destacar la importancia que tiene informar, no solamente a los alumnos de los centros escolares, sino también a la sociedad en general, sobre este tipo de problema tan graves que afecta a muchos niños y niñas, además de a sus respectivas familias.


Hay que concienciar a la sociedad para hacer el bien y no el mal. En muchos casos, puede resultar difícil de creer para unos padres que su propio hijo esté siendo víctima, o incluso verdugo, en estos actos tan crueles, pero hay que estar preparados para detectarlos y poderles dar una solución.

“Siempre parece imposible, hasta que se hace” (Nelson Mandela).

Ahora bien, ¿cómo actuarías tú ante un caso de bullying?